Una vez empezamos a poner luz y orden en nuestro interior oculto, podríamos intentar darle nueva utilidad a todo aquello que encontremos. Porque cuando algo es útil, deja de ser un estorbo y conquista un nuevo lugar consciente en nuestro interior.
Convirtámonos en hábiles recicladores incluso de los descubrimientos más traumáticos. ¿Podríamos verle un lado positivo a la ira, el miedo, el egoísmo o el abandono?
En la película de “La batalla de los 5 ejércitos” de la saga de “El Señor de los Anillos”, Galadriel, la elfa se enfrenta a Sauron. Ella es pura Luz y trabaja en pro del bien. Sin embargo, a la hora de luchar contra el mal o la oscuridad, ella misma se convierte en oscuridad desatando un gran poder. A eso me refiero. https://youtu.be/Wa1jSU7PEBA
A un nivel más humano, podríamos comprender la fuerza que hay, por ejemplo, en el enfado. Si no lo juzgamos o reprimimos, podemos utilizar su energía conscientemente como una gran fuerza resolutiva. La energía de la ira, no dirigida hacia nadie, es lo que nos hace decir “basta” y poner límites o acabar situaciones que se eternizan con el uso de las buenas palabras. No me refiero a andar enfadados e iracundos todo el día. Hablo de hacer consciente algo que ya hay en nosotros y que podemos usar como un rol o una actitud.
Si en nuestra investigación hemos descubierto que somos egoístas, comprendamos que estamos experimentando una creencia de carencia. Creemos que algo nos falta. Y cuando no tenemos, no podemos dar. ¿Te has dado cuenta cuánto le cuesta a un niño aprender a compartir?, simplemente es porque primero hemos de aprender a poseer. Cuando nos establecemos en la seguridad de la constante nutrición de la vida, entonces entendemos que nada poseemos, pero que todo fluye a través de nosotros; por lo tanto dar y recibir es el ritmo natural de la energía. Cuando algo doy, algo recibo, como una perfecta coreografía.
Si hemos vivido cualquier tipo de abandono, cuán empáticos podemos ser gracias a ello ante cualquiera que esté viviendo algo similar. Y qué gran oportunidad para hacernos fuertes e independientes.
Si hemos transitado periodos de falta de amor, podríamos tomar conciencia de lo importante que es dar amor para que nadie más sufra esa carencia.
Cuando estamos identificados plenamente con el Ser, con el plano espiritual, y sabemos que en ese plano, al que pertenecemos, no existe la dualidad y por tanto no existe el juicio de que “la ira es mala y la dulzura buena” sino que simplemente todo ES, entonces cualquier emoción se convierte en herramienta y cada trauma en oportunidad.
Y con todo lo que es inconsciente y aún no vemos, paciencia. Porque aunque no comprendamos, vemos los efectos de esa información oculta. No sabemos por qué, pero puede que tengamos miedo a la oscuridad. Desconocemos el origen, pero tenemos fobia a las arañas, o al fuego. Aceptemos primero que no somos culpables de ese sentir y abrámonos a la posibilidad de que eso sea comprendido y transformado en cualquier momento.
Porque cuando tenemos anhelo de libertad, todo el cosmos conspira a nuestro favor.
Porque al primer paso, sólo puede seguirle el segundo.
Aceptar, abrazar y amar son las herramientas.